DE LAS 9:58 PM A LAS 10:15 PM

Creo (y espero) muchos escritores se sentirán identificados con este poema, pues describe una situación que estoy segura nos pasa a muchos. Espero ustedes en esta linda noche si puedan dormir. Y si no, no duden en liberar sus palabras, ideas y pensamientos a través de la escritura. 

Eran las 9:58 de la noche y yo seguía sin poder dormir. 

Mis dedos alentaban a mis manos juguetonas. Solo querían moverse. 

Me retorcía en la cama intentando estar cómoda. Ninguna posición me favorecía. Todo me resultaba incomodo.  

Estaba sumida en la soledad y en la oscuridad de mi habitación. Solo me acompañaban las palabras,  las ideas,  los pensamientos,  y mis manos.  Mis manos son las villanas de la historia,  me invitaban a escribir,  a unir esas palabras,  esas ideas,  esos pensamientos. Eran tan buenas en su oficio. Que hasta allá llegue. Y por eso ahora leen esto. 

Ya son las 10:10 y aunque aun no caigo en los brazos de Morfeo,  se que pronto lo haré, pero podré soñar tranquila,  pues ya he soltado mis ganas,  mi hambre de unir esas palabras,  esas ideas y esos pensamientos. 

Pero creo que saciada nunca estaré,  siempre estaré hambrienta de literatura. Y siempre necesitada de la lectura. Es mi boleto a mundo distintos. 

Terminé de escribir a las 10:15. Creo que es hora de pasar a soñar dormida.